Vilma Vargas Robles


Vilma Vargas Robles es una poeta costarricense que ha publicado El fuego y la siesta (1983), El ojo de la cerradura (1993) y El oro de la vida (1993).


Tegucigalpa

Me dueles
como si el aire entumecido de tus tejados fuera conmigo
y me dieras la fuerza en un jadeo.

Dejas piedritas en los ojos
-visibles en las noches-

Temo caer.

Balbuceo frente a un mapa.
Pienso huir y sigo buscándote,
tierra hendida donde me ahogo y broto ásperamente.



Conjuro

Mejor sonrían ojos que no ven.
Esta ciudad hecha a perder los sueños,
su hervor malogra las apariciones.

Quizás debí pagar antes el verso:
se ha vuelto una espiral
este humo de muerto
que el techo me devuelve.

Se me tiene por una extranjera,
aún así no dejo de tender
mi trampa a los demonios.

Arderá cada rincón donde estuve,
pero de mí no esperen
más que este odio imantado.



Inscripción

El amor me ha oscurecido los ojos.
Quedó como un astro la herida
y este mundo, que es triste, lo ha olvidado.

Oculto permanece
el muro en que pinté los nombres de tu boca.

Cantó desde un sesgo de tierra:
el cielo lo han quemado.



Mediodía

Duele el poema.
Hay una paloma abriéndo el pecho.
El sol salta como una llama
hasta quedar en el pavimento.
No hay regreso. Prisa es la mañana.
El perro siguió la cadena de su amo.
Hecho polvo un hueso.
Se fue la paloma desnuda
sin ser mirada.
El calor se deshace en un charco de imágenes.
El papel va sudando.



Las palabras

Las palabras no son de este mundo
sino cuando caen a tierra
semejantes a frutos o demonios.
Vivir ha sido convocarlas.
Tengo una sola almohada,
un sólo respaldar,
pero cuido mi vaso,
mi risa;
en la espesura de las hierbas inclino mi cabeza.

Y también he llorado,
pequeña,
mal agarrada a la vida.

Mirad:
la belleza de un oficio me ha encorvado.



Endecha

El cielo es ya un color mezclado.
Como único paisaje una niña se aleja.
Nos hemos mirado al pasar,
(todas las historias están en sus ojos).



Treno

Mañana nadie te borrará las lágrimas.
Corre en mis venas,
crece en mí antes de que me oculte.
"Qué es lo que fue? Lo mismo que será".
La tierra como un vaso,
vacía,
como una rosa sin destello.
Ven.
Mañana no podrás seguir mis pasos.



Días de 1979

El sol se abrió como una mueca en la almohada,
despertó a los amantes
que se besaban sin reconocerse.
El mundo chirrió
como una horca
en el momento en que esperabas
cantar sin sobresaltos.

Que no te miren de reojo los muertos,
mantén furme el instinto del abrazo,
defiende tu salud,
cuida los nombres
y hasta el vacío
como un homenaje.






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